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Imagen del grabado original |
«Aquí está resumido el universo simbólico medieval, heredero de la antigüedad pagana. Desde la magia numérica de los Compañeros Constructores, hasta la espiritualidad de la Orden del Temple, pasando por la mitología céltica. Basta mirar esa iglesia poligonal de Eunate, la dama con el cayado coronado por la cruz Tau, el laberinto ancestral, el orgulloso gallo, el diminuto caracol… y esas inocentes ocas que no lo son tanto, conduciéndonos al portal románico que da paso al centro supremo.»
© 2003 Rafael Alarcón Herrera. Del prólogo a la primera edición del grabado "El Juego de la Oca o la Espiral de los Maestros Constructores" de Patricia R. Muñoz,
Edición Fácsímil del grabado "El Juego de la Oca o la Espiral de los Maestros Constructores" de Patricia R. Muñoz, PatadeOca Reseña del editor.
El niño que llevamos todos dentro no dejará de sorprenderse ante el conocimiento que emana de aquel, en apariencia, inocente juego de nuestra infancia que, entre otros muchos, nos encantaba por el absoluto azar del resultado, donde uno se embarcaba en una aventura que bien podría terminar en el pozo, o en la cárcel, o en la gloriosa entrada en la última casilla, paradigma del paraíso que, una vez avanza uno ya en la edad madura, comienza a saber que implica mucho más que la simpleza del binomio ganar o perder.