«Entre los numerosos templos románicos que existieron en estas rutas, no eran pocos los que contenían figuraciones sexuales. Muchos de ellos han desaparecido, de otros solo quedan restos entre posteriores reconstrucciones, y algunos aún conservan su pasado esplendor. » «Quedan lugares emblemáticos donde encontrar algunas de aquellas figuras, como Jaca (Huesca), con su catedral; Puente la Reina (Navarra), y el templo del Crucifijo; Estella (Navarra), con el santuario de Rocamadour; Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), y su catedral; Frómista (Palencia), y el templo de San Martín; León, con el de Santa María del Mercado; Corullón (León), con su templo de San Esteban; Santiago de Compostela (A Coruña), con la catedral. Y tantos y tantos pequeños santuarios del Camino.»
« Por esas rutas peregrinaba toda la sociedad medieval, nobles, mercaderes, campesinos, mendigos, canteros, juglares, pícaros, incluso delincuentes que expiaban así parte de su condena. ¿Qué pensarían al pasar ante esos templos y contemplar sus figuras explícitamente sexuales? Porque una cosa está clara, debían ser figuras comúnmente aceptadas y comprendidas en su mensaje original, aunque en el transcurso del tiempo fueran surgiendo derivaciones sobre su interpretación. Durante al menos dos siglos reinaron en los santuarios, luego su popularidad fue decayendo, hasta quedar incomprendidas, luego olvidadas, y finalmente denostadas.»
«Los clérigos medievales, en razón de que la mayoría de las gentes eran iletradas, acostumbraban ilustrar sus sermones con las figuras esculpidas en sus templos, figuras que estaban vivamente coloreadas, pues cada color tenía un sentido simbólico. Las escenas bíblicas, o evangélicas, eran fácilmente explicables pues se apoyaban en los textos sagrados. Pero. ¿Qué explicación darían a los peregrinos jacobeos sobre las imágenes sexuales? ¿Qué eran pecados a evitar? ¿Pecados tan graves como para exponerlos crudamente en la piedra? ¿Más graves que la mentira, el asesinato, el robo, la violación, etc, que no aparecen por parte alguna? ¿O acaso representaban los goces del Paraíso Recobrado, tras el Juicio Final? »
«No lo sabemos, estamos tan perplejos como aquellos peregrinos jacobeos del siglo XII. Solo podemos especular, porque quizá tales figuras no tenían un solo significado, sino varios, pues los símbolos son como cebollas, llenos de múltiples capas alrededor de un núcleo original. En cualquier, caso es seguro que muchos de quienes hacían el Camino Jacobeo habían de pasar un rato divertido, extasiándose con aquellas parejas de piedra que gozaban de lo lindo con sus cuerpos, sin pudor, ni temor alguno, sonriendo felices como solo los bienaventurados pueden hacer. »
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